¿Puede haber mayor alegría que la llegada de un nuevo gato a nuestro hogar? Se trata de un acontecimiento muy especial que revoluciona a toda la familia y que nos empieza a despertar una serie de dudas: ¿Qué hay que comprarle? ¿Dónde dormirá? ¿Qué comida le daremos? Pero… espera, espera, ¿cómo le llamaremos?
Una de nuestras primeras ilusiones será pensar qué nombre ponerle a nuestro gato. A veces esta elección puede parecernos un poco difícil, sobre todo si aún no lo conocemos, no sabemos cuál es su carácter ni su personalidad. El nombre que le pondremos es un aspecto importante, ya que lo pronunciaremos muchas veces al día y deberemos educar al minino para que responda a nuestras órdenes y llamadas. Por ese motivo, el nombre de tu gato no es una decisión que debas tomar al azar.
Antes de elegirlo, debes tener tener en cuenta una serie de cuestiones:
- Ten en cuenta el sexo del gato, pues hay nombres para hembras y nombres para machos.
- Puedes pensar previamente por qué inicial te gustaría que empezara, así la decisión será más fácil.
- Implica a la familia en la elección del nombre. Seáis una pareja, una familia con hijos o cualquier tipo de unidad familiar, te recomendamos que penséis el nombre entre todos, ya que es un momento bonito y lleno de ilusión. Además, mejor que os guste a todos, ya que una mascota forma parte de la familia durante muchos años.
- No busques nombres rebuscados. Los mejores nombres son los más breves y sencillos. De hecho, te recomendaríamos que mejor te decantes por un nombre de dos sílabas. Si quieres que el gato identifique rápidamente su nombre, es mejor que te decidas por uno corto, así evitarás generar confusión en el animal.
- El apelativo tendrá que ser de fácil pronunciación, que toda la familia sepa llamarlo, para que el gato pueda responder efectivamente a su llamada.
- Si ya lo conoces, es genial elegir un nombre que describa cómo es el animal: físicamente o de personalidad. Por ejemplo, Mini sabíamos que iba a ser una gata que no se iba a hacer especialmente grande, por lo que ese fue uno de los motivos por los que la llamamos así. También puedes homenajear algo o a alguien, por ejemplo a algún personaje de dibujos animados, a un cantante o escritor que te encante, etc.
- Una vez tengas el nombre elegido es mejor no usar diminutivos ni acortar su nombre.
- Estamos seguros de que tienes muchas ideas de nombres, pero si todavía necesitas más inspiración para encontrar el apelativo perfecto para tu gato, puedes echar un vistazo a las guías de nombres para gatos que encontrarás en Internet.
Nosotros, antes de tener a la pequeña Mini en casa, pudimos ver estas fotos que son las que nos inspiraron a la hora de elegir su nombre. ¡Esperamos que os gusten!
Por último, os dejamos este delicioso poema de T.S. Eliot titulado precisamente «poner nombre a los gatos», extraído de su obra «Old Possum’s Book of Practical Cats»
No creáis que es cosa fácil
poner nombre a vuestro gato.
Me diréis que estoy chiflado,
me llamaréis mentecato;
pero -os digo de verdad-
los nombres deben ser tres.
Uno para el uso diario:
Pedro, Alonso, Augusto, Andrés,
nombres serios, respetables,
pero nada originales.
Hay nombres más divertidos
para dama o caballero:
Platón, Electra, Esculapio,
Florinda, Sansón, Bolero.
Pero a un gato le conviene
tener un nombre especial,
uno que a él solo le cuadre,
un nombre particular.
¿Cómo podría, si no,
mantener la cola erguida,
atusarse los bigotes,
cortejar a su querida?
De estos nombres especiales
yo guardo todo un muestrario:
Munkustrap, Quaxo, Alarico,
Mandolina, Cerulario.
Pero hay un nombre secreto
que nadie puede acertar,
que sólo el gato conoce,
el gato, y ninguno más.
Cuando le veáis sumido
en honda meditación,
es porque está meditando
en la escondida razón
del nombre especial que tiene:
nombre inefable y efable,
nombre secreto, recóndito,
profundo, inescudriñable.