Hace muchísimo tiempo que estamos pensando en traer un nuevo gato a casa, pero la verdad es que por una cosa u otra nunca llegaba el ronroneador indicado a nuestro hogar. Finalmente, ayer llegó el pequeño Grey, que mañana cumple 2 mesecitos.
Como muchos sabréis, la llegada de un nuevo gato a una casa donde vive otro felino puede suponer un problema durante los primeros días, ya que los gatos son animales territoriales. Mini llevaba siendo hija única nada más y nada menos que ocho años, pero a decir verdad, sabemos que tenemos una joya, pues es súper cariñosa y paciente y así lo está demostrando a lo largo de estas primeras 24h con el bebé gatuno que ha llenado de energía positiva nuestro hogar.
A continuación os vamos a explicar cómo hemos afrontado el primer día y qué resultados hemos ido obteniendo. Creemos que es muy interesante conocer de primera mano cómo se han llevado a cabo las presentaciones entre dos gatos desconocidos, aunque luego todo depende del carácter de cada ronroneador.
Empezamos acondicionando la casa unos días antes de la llegada del gatito Grey, con Feliway Amigos, es un simple difusor que pusimos en el comedor y que imita la feromona que producen las gatas para apaciguar a sus gatitos y sirve para disminuir la posible tensión que podría existir entre dos gatos desconocidos.
Así pues, ayer recogimos a Grey y por la noche lo trajimos a casa, donde llegó con su transportín y decidimos que queríamos que se viesen a través del mismo. Mini fuera, Grey dentro. Todo bien. Grey asomaba sus patitas queriendo jugar, Mini olía y hacía algún miau discreto. Se quedó así la cosa. Preparamos una habitación para Grey, con su arenero, su bebida, comida y cunita. Antes dejamos que Mini inspeccionara todo y luego ya pasó a ser habitada por Grey. A través de la puerta se olían y se maullaban ligeramente. Pensábamos que Mini se pasaría la noche maullando indicándonos que había un nuevo habitante en ese cuarto, pero nada que ver. Ella durmió donde siempre y él en su cunita. Esta mañana me preocupaba que ninguno de los dos dijese ni miau. Mini seguía relajada en su sitio y descubro que Grey está despierto pero hecho una bolita en su cuna. Así que los dos gatos han pasado una noche fantástica… ¡y nosotros también!
Por la mañana hemos llevado a Grey al veterinario a que le hiciese su revisión rutinaria, aunque ya estaba revisado, pero quería quedarme tranquila con mi veterinario de confianza, ya sabéis… cosas de «madres». Dentro de poco hay que volver a desparasitar y a poner una segunda vacuna y ya hasta el año listo. Bueno y en unos mesecitos tocará esterilizar, pero eso ¡ya llegará!
Esta mañana hemos decidido pasar a la acción y, después de cumplir con todas las rutinas de Mini como salir un rato al balcón, darle alguna chuche y de más, hemos hecho que ambos gatos estuviesen juntos en una habitación. Primero a Grey lo teníamos en el brazo pero hemos visto que Mini no le hacía ningún feo y él quería bajar, así que lo hemos soltado. El resultado: él correteaba como un loco y ella lo observaba. Él ha descubierto lo que es un cristal (sí, se lo ha comido de lleno), ella lo miraba pensando qué incrédulo. De nuevo, todo un éxito.
Tras eso, hemos pasado a enseñarle el resto de la casa a Grey, quién está espaviladísimo y en un plis ha sabido dónde está cada cosa. Había un tema que nos preocupaba, y es que desde anoche el pequeño no hacía sus cositas. Hoy hemos pensado que quizás no conocía las piedras silice para gato, así que se lo hemos cambiado por arena y rápidamente ha entrado al arenero para hacer el pipí más largo de todos los tiempos. ¡Qué educado! Hemos tenido alguna anécdotda más con este tema, y es que Mini más tarde ha usado el arenero de Grey para marcar territorio, entonces él ha querido volver a entrar corriendo, cruzándose ambos en la puerta sin que pasase nada y, por imitación, ha vuelto a usar su wc.
Hoy hemos estado todo el día con ellos, observándolos, intentando que asocien los momentos en los que más cerca están con comida, chucherías y relax. Mini no ha podido ser más paciente, incluso le ha permitido al pequeño que se quedase con su cama favorita, la de Ikea, mientras le daba el solecito. ¡Un gran detalle por su parte!
Reconozco que ha sido uno de los días más felices de mi vida y creo que la adaptación va fenomenal. Además, Mini ha demostrado interés siguiendo al pequeño gato Grey, aunque hay ratos en los que ha buscado un poco de tranquilidad. No se han soplado ni se han sacado las uñas ni se han hecho absolutamente ningún feo. Mini sigue juguetona conmigo, cariñosa, come, bebe y hace sus cosas, así que podemos decir que todo marcha a las mil maravillas. De hecho, Mini incluso le ha dado alguna lección magistral a Grey cuando éste ha rascado el sofá con sus uñitas (aunque la vete se las ha cortado) demostrándole que se rasca en el rascador.
Esta noche creo que todavía los dejaremos durmiendo en habitaciones diferentes. Os seguiremos contando y, muy pronto compartiremos vídeos con vosotros. Cualquier pregunta no dudéis en consultarnos.
Aquí van fotitos del primer día de nuestra Mini y de 800gr de puro amor…