Parece que al escuchar la palabra sida el mundo se paraliza, por eso hoy queremos dedicar el post a esta enfermedad que pueden sufrir los gatos, con el fin de que conozcáis con detalle esta enfermedad sin asustaros. El virus de inmunodeficiencia felina también es conocido con las siglas VIF y lo primero que debes saber es que NO se contagia a los humanos. A partir de aquí respira, relájate y lee porque esto te interesa. 

El virus de inmunodeficiencia felina ataca al sistema inmunitario del gato y, como consecuencia, destruye los linfocitos-T y supone que el gato será más vulnerable a infecciones y enfermedades comunes que para un gato sano no tendrían más importancia pero que pueden llevar a la muerte a un gato infectado. Debes saber que la inmunodeficiencia felina es una enfermedad crónica que no tiene cura pero que, con los cuidados adecuados, tu gato puede tener una vida larga, feliz y muy digna.

Hay dos vías de contagio: la sangre y la saliva, principalmente se transmite a través de mordeduras, aunque hay algunos gatitos de la calle ya vienen infectados al nacer por su madre, pero eso no siempre es así, de hecho en una misma camada hemos conocido gatos infectados y otros no. Los gatitos callejeros son más propensos a ser portadores del virus y si algo me rompe el corazón es que por el simple hecho de tener la enfermedad es prácticamente imposible encontrarles un hogar, incluso hay personas que se plantean sacrificar al animalito. Todo por desconocimiento y por miedos. ¿No os parece injusto?

Si tienes un gato casero que has testado y no sale a la calle no te preocupes, pero si no está castrado y tiene acceso a la calle con un mordisco se podría contagiar. ¿Cómo se testa? Simplemente con un análisis de sangre que hará tu veterinario donde denotará si hay o no presencia de anticuerpos.  Pero ojo, si le hacemos el test de muy peque podrían salir resultados erróneos.

Los síntomas pueden variar, de hecho, como os decía antes, un gatito con inmunodeficiencia felina puede vivir muchos años sin ningún tipo de problema, siempre con buenos cuidados. Tu gatito infectado por lo general puede ser más delgado a causa de la pérdida de apetito, de estomatitis, diarreas, etc. También puede presentar fiebre, gingivitis, infecciones recurrentes, inflamación del tejido conjuntivo, problemas de fertilidad y deterioro mental. Pero que no cunda el pánico, por favor. Lo más habitual es que esté malito de manera más continuada que cualquier otro gato, por ejemplo, un resfriado puede complicarse más, una infección también, pero basta con tenerlo controlado y llevarlo al veterinario antes de que las cosas se agraven.

En cuanto a la cura, lo mejor es prevenir, controlar las salidas y el contacto con otros gatos, por posibles peleas, hacer una revisión anual (por lo menos) y observar cualquier arañazo o mordida. Hay fármacos que ayudan a controlar infecciones y a mejorar las defensas y el sistema inmune. Y si algo es importante por encima de todo es su alimentación, pues los gatos con sida deben seguir una dieta especial, alta en contenido calórico, por lo que os aconsejo darles comida húmeda y latitas, de hecho les encantarán porque por sus problemas dentales y digestivos toleran mejor este tipo de alimento.

¿Sabes que un gato con sida puede vivir con otro totalmente sano siempre que no se peleen? Sí, por compartir bebedero y comedero no se van a contagiar, tampoco a través de los areneros, ni por acurrucarse juntos o jugar. Para contagiarse debe haber una mordedura que traspase la piel. De hecho, si tenemos en casa un gato castrado y hacemos bien las presentaciones, si ninguno de ellos es agresivos es casi imposible que se contagien la enfermedad. Pero lo que puedes estar tranquilo es que a ti no te pueden contagiar, ni aunque te arañen o te muerdan porque el VIH de los humanos y el VIF de los gatos son virus diferentes.

En definitiva, un gatito con inmunodeficiencia felina puede tener una vida algo más corta pero tampoco tiene porqué, lo más importante es que los años que viva tenga una vida digna, ¿cómo? Dándole comida de calidad, nutritiva y muy rica, desparasitarlo interna y externamente, castrarlo y evitar sus salidas para que no se contagie de otras infecciones, vacunarlo regularmente y darle muuucho mucho amor.

Desde Los ronroneos de Mini adoptamos hace meses a dos gatitos más en la familia, uno de ellos infectado con el virus, Motas, que es el gato más cariñoso, bueno y ronroneador que he conocido jamás. Sí, sí, por encima de Mini y de Grey, lo de este gato es de otro planeta.

Por favor, no hagáis caso a los que recomiendan sacrificar a un gato positivo al test, porque ni se trasmite a las personas ni a otros animales y un gato infectado puede tener una vida muy buena y feliz, incluso sin ningún síntoma. Si vas a adoptar a un gatito, ¿por qué no buscas directamente a uno infectado que seguro que es invisible para la mayoría de mortales y que puede pasar toda su vida en la protectora sin recibir el cariño de una familia en un hogar? No los destinemos a una muerte asegurada por tener esta enfermedad, ¡démosle una vida digna! 

Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. Más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar